No eran todavía las nueve y media de la noche, y la tarde aún no acababa de irse, cuando una “corona de estrellas” empezó a brillar en el cielo celeste de Valencina de la Concepción. Los balcones celestiales se abrían al lubricán de la Hacienda de Torrijos, y los “torrijeros que se fueron” se asomaban desde la Gloria para asistir al momento esperado. Primero, el Arzobispo de Sevilla, Monseñor Juan José Asenjo, impuso la pequeña corona al Niño de la Virgen, para a continuación acariciar las sienes de la Patrona de Valencina, la Santísima Virgen de la Estrella, e imponerle esa corona de amor que su pueblo y todo el Aljarafe le ha regalado. Emoción contenida, lágrimas y llantos de alegría, fuegos artificiales, aplausos y el “Aleluya” de Andel, para el momento histórico que se recordará por mucho tiempo. Mientras, en la torre de la Iglesia Parroquial, repicaban las nuevas campanas “Cristo de Torrijos” y “Nuestra Señora de la Estrella Coronada”.
El 19 de junio de 2010, tras unas intensas jornadas de vísperas, se inició de madrugada, cuando el tamborilero llamó al pueblo al toque del alba. A las ocho y cuarto de la mañana, con la Parroquia llena a rebosar, la Hermandad Sacramental regalaba a la Virgen de la Estrella su Medalla de Oro, y el Grupo Joven de la Hermandad de Torrijos le hacía entrega de una “mariquilla” y la partitura de una nueva marcha.
A continuación, a hombros de todos los que quisieron llevarla, la Virgen de la Estrella fue trasladada en sus andas hasta la Hacienda de Torrijos, precedida de diez tamborileros y una gran cantidad de valencineros, que acompañaron el rezo del Santo Rosario. Se vivieron imágenes muy emotivas y hermosas, por calles por donde nunca había pasado la Señora, engalanadas para Ella, hasta llegar a la Hacienda al filo de las once de la mañana. En ese momento, los miembros de la Junta de Gobierno, ex hermanos mayores, el Párroco y el Vicario Parroquial, portaron las andas de la Virgen hasta llegar al interior de la Capilla, junto al Señor de Torrijos.
Por la tarde, tras recibir al Arzobispo de Sevilla, Monseñor Asenjo, minutos después de las ocho y media comenzaba la Misa Estacional de Coronación Canónica en el Patio Central de la Hacienda de Torrijos, con la presencia de más de dos mil personas, antiguos párrocos de Valencina, autoridades, numerosas representaciones de hermandades, muchas de ellas con la advocación de la Estrella como la de Triana, la de Los Panaderos de Sevilla, Estrella de Huelva, de Coria del Río... y de numerosos pueblos del Aljarafe.
La Coral Polifónica de la Hermandad de la Macarena interpretó los cantos de la Misa, y al final, el Coro de la Hermandad del Santísimo Cristo de Torrijos cantó la Salve a la Virgen a la Virgen de la Estrella y el Himno de la Coronación, compuesto para la ocasión por Francisco José Pavón, Pregonero también de la Coronación.
Sobre las once de la noche, la Santísima Virgen de la Estrella Coronada fue trasladada a su carreta de bueyes, la que la trae cada segundo domingo de octubre a Torrijos, para emprender esta vez la vuelta a Valencina, en singular procesión en la que formaban parte numerosas mujeres de mantilla, portando cirios y ofreciendo una bella estampa entre la oscuridad de la “Alameda de Torrijos”.
Antes de llegar al pueblo, se despidieron las representaciones de hermandades, y la Virgen fue recibida en la calle Mariana por infinidad de petaladas de flores desde balcones y azoteas, y las sevillanas que por sorpresa le cantó el Coro de la Hermandad: “Guapa y guapa / la más bella peregrina / Madre bendita y sagrada / y Reina de Valencina / de la Estrella Coronada”.
Pasada la una y media de la madrugada, bajada de la carreta y otra vez a hombros para volver a su Parroquia, Salve emocionada y la Virgen de la Estrella quedaba en su altar después de un día memorable e inolvidable para Valencina de la Concepción.
El 19 de junio de 2010, tras unas intensas jornadas de vísperas, se inició de madrugada, cuando el tamborilero llamó al pueblo al toque del alba. A las ocho y cuarto de la mañana, con la Parroquia llena a rebosar, la Hermandad Sacramental regalaba a la Virgen de la Estrella su Medalla de Oro, y el Grupo Joven de la Hermandad de Torrijos le hacía entrega de una “mariquilla” y la partitura de una nueva marcha.
A continuación, a hombros de todos los que quisieron llevarla, la Virgen de la Estrella fue trasladada en sus andas hasta la Hacienda de Torrijos, precedida de diez tamborileros y una gran cantidad de valencineros, que acompañaron el rezo del Santo Rosario. Se vivieron imágenes muy emotivas y hermosas, por calles por donde nunca había pasado la Señora, engalanadas para Ella, hasta llegar a la Hacienda al filo de las once de la mañana. En ese momento, los miembros de la Junta de Gobierno, ex hermanos mayores, el Párroco y el Vicario Parroquial, portaron las andas de la Virgen hasta llegar al interior de la Capilla, junto al Señor de Torrijos.
Por la tarde, tras recibir al Arzobispo de Sevilla, Monseñor Asenjo, minutos después de las ocho y media comenzaba la Misa Estacional de Coronación Canónica en el Patio Central de la Hacienda de Torrijos, con la presencia de más de dos mil personas, antiguos párrocos de Valencina, autoridades, numerosas representaciones de hermandades, muchas de ellas con la advocación de la Estrella como la de Triana, la de Los Panaderos de Sevilla, Estrella de Huelva, de Coria del Río... y de numerosos pueblos del Aljarafe.
La Coral Polifónica de la Hermandad de la Macarena interpretó los cantos de la Misa, y al final, el Coro de la Hermandad del Santísimo Cristo de Torrijos cantó la Salve a la Virgen a la Virgen de la Estrella y el Himno de la Coronación, compuesto para la ocasión por Francisco José Pavón, Pregonero también de la Coronación.
Sobre las once de la noche, la Santísima Virgen de la Estrella Coronada fue trasladada a su carreta de bueyes, la que la trae cada segundo domingo de octubre a Torrijos, para emprender esta vez la vuelta a Valencina, en singular procesión en la que formaban parte numerosas mujeres de mantilla, portando cirios y ofreciendo una bella estampa entre la oscuridad de la “Alameda de Torrijos”.
Antes de llegar al pueblo, se despidieron las representaciones de hermandades, y la Virgen fue recibida en la calle Mariana por infinidad de petaladas de flores desde balcones y azoteas, y las sevillanas que por sorpresa le cantó el Coro de la Hermandad: “Guapa y guapa / la más bella peregrina / Madre bendita y sagrada / y Reina de Valencina / de la Estrella Coronada”.
Pasada la una y media de la madrugada, bajada de la carreta y otra vez a hombros para volver a su Parroquia, Salve emocionada y la Virgen de la Estrella quedaba en su altar después de un día memorable e inolvidable para Valencina de la Concepción.
Más información y fotos: www.coronadeestrellas.blogspot.com
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