En medio de un intenso calor se celebró el pasado sábado una nueva edición del Concurso Infantil de Cruces de Mayo de Gines, organizado por la delegación municipal de Cultura con el objetivo de mantener viva esta importante tradición en la localidad.
La cita, en la que participaron unos 170 niños, y hasta 7 pasos diferentes, comenzó primero con una concentración previa en la Plaza de España, con la presencia de un buen número de personas.
Los pequeños, procedentes de todos los rincones de Gines, fueron llegando hasta el lugar, perfectamente ataviados y portando sus pasos, elaborados durante las últimas semanas a base de mucho trabajo y una gran ilusión.
Minutos después, y en un cortejo que abría la caja de Ramón Navarro, todos los pasos participantes emprendieron su recorrido, que ante una gran expectación discurrió por la calle Real hasta llegar al Paseo Juan de Dios Soto.
El Ayuntamiento había preparado allí una completa Carrera Oficial para el disfrute del público asistente. Uno a uno, los pasos y toda su comitiva fueron desfilando ante la admiración y los aplausos del público, siempre al son de varias marchas procesionales.
No faltó ni un detalle, desde la Cruz de Guía hasta las niñas vestidas de mantilla y otras de flamenca, pasando por los capataces, los monaguillos, los armaos, los costaleros, y todos los demás aspectos que pueden verse en cualquier cofradía. Cada uno de los pasos hizo incluso su presentación ante el monumento a la Virgen del Rocío y ante la Ermita de Santa Rosalía, quedando expuestos después durante unos minutos en la plaza.
El acto contó también con la colaboración del Grupo Joven de la Hermandad del Rosario y Santa Rosalía, que recaudó fondos para sus actividades ofreciendo buñuelos y chocolate a todos los asistentes. Poco después, se daba a conocer el fallo del jurado, que tuvo una labor especialmente complicada dado el gran nivel de todos los grupos.
El tercer premio recayó en el paso número tres, procedente de la zona de Parque Real. El paso clasificado en el segundo puesto fue el número ocho, procedente de Los Linares, mientras que el primer premio recayó en el paso número cuatro, de la zona de Los Pintores. Todos los participantes recibieron un diploma y varios obsequios como recuerdo de este día.
En medio de una gran algarabía, concluía el concurso, una cita que sirve cada año para fomentar la cantera de futuros cofrades en la localidad, y como incentivo para la recuperación de esta tradición.
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