Era la medianoche de un día de junio, ya queriendo ser martes, y casi después de una semana desde su marcha hasta Sevilla, la Santísima Virgen de los Dolores Coronada, Patrona de Camas, volvía a entrar en su Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia.
Tras otra jornada de emociones, de lágrimas, de fervor y devoción, el pueblo de Camas volvió a desplazarse a Triana, para traer desde la "Catedral" de Santa Ana, a su Madre de los Dolores, otra vez orillando el Guadalquivir, por la Vía Verde, hasta llegar al pueblo que la esperaba con los brazos abiertos y los corazones en vilo.
Otra muestra de fe de un pueblo que ha demostrado su amor a la Madre de Dios, a su Patrona, a la que no han dejado ni un momento en estos días de locura, a la que llevaron con diadema y ahora han traído de Sevilla con una corona llena de la devoción y del amor más sincero.
Después de recorrer algunas calles del pueblo, que recibían a la Virgen entre aplausos, rezos y vivas, el recibimiento oficial de la corporación municipal, ante el Ayuntamiento, hasta que alrededor de las doce de la noche hacía su entrada en el templo, en su casa de Santa María de Gracia, para quedarse con su Hijo, el Gran Poder.
Fotos: Jesús Macarro
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