La villa de Castilleja de la
Cuesta está situada a la derecha del río Guadalquivir y al oeste de Sevilla, en
el camino histórico de Huelva y al final de la llamada “Cuesta del Caracol”, de
donde toma su nombre. En ella comienza la comarca del Aljarafe, también llamada
en otras épocas como Huerta o Jardín de Hércules, Jardín de las Hespérides y
País de las Flores. Está atravesada por la calle Real, la principal arteria de
la Villa, históricamente la más importante vía de comunicaciones que desde
Sevilla se dirigía al oeste. Césares, reyes, descubridores, conquistadores,
arzobispos, siervos, labradores, hacendados, frailes, duques, la han recorrido
dejando sus huellas que no han sido borradas por el tiempo.
En el corazón de la calle Real se
encuentra la iglesia parroquial de la Concepción, y a escasos metros el Palacio
donde será Coronada Canónicamente la Patrona de la Villa. En este Palacio,
propiedad en el siglo XVI del jurado Juan Rodríguez, es el lugar donde vivió
sus últimos días y falleció Hernán Cortés, el 2 de diciembre de 1547. Una
lápida ante la puerta que da acceso a las habitaciones que ocupó Cortés, da
cuenta del histórico hecho: “Aquí murió el gran conquistador de Méjico en
1547”. En sus jardines, debajo de un frondoso árbol, todavía se puede contemplar
una curiosa lápida de piedra con la inscripción “Cordobés”. Se trata del famoso
caballo del conquistador de Méjico, que salvó la vida de Hernán Cortes en la
batalla de la Noche Triste, y que cuenta la tradición que vivió sus últimos
días en estos jardines, donde fue enterrado.
En el siglo XIX, el palacio de
Hernán Cortés se encontraba abandonado y en ruinas. Afortunadamente, en 1854,
los Duques de Montpensier lo adquirieron, renovando su arquitectura casi en su
totalidad, bajo la dirección del arquitecto Balbino Marrón y Ranero, colocando
delante del edificio una verja y sobre la portada principal la figura de Hernán
Cortés, que fue realizada en bronce por el maestro escultor Víctor Merrcier.
Los duques, sobre todo en los meses de primavera, convirtieron este palacio en
lugar de descanso y recreo. Así, los duques, con sus hijos, pasaban las
primaveras en el palacio de Castilleja de la Cuesta, donde a la hora del
Ángelus, todos subían al gabinete-tocador de la Infanta, donde delante de una
imagen de la Inmaculada celebraban el mes de María. Por la especial devoción
que los Montpensier profesaron a la imagen de la Patrona de Castilleja, el
patrimonio de la Hermandad de la Calle Real, y sobre todo el ajuar de la
Santísima Virgen de la Concepción, se vio notablemente incrementado y
restaurado en estos años. La hija de los Duques, la Infanta María de las
Mercedes, que tenía predilección por el palacio de Hernán Cortés, era
profundamente piadosa y muy devota de la Inmaculada Concepción, tomando la
medalla de las Hijas de María el 29 de junio de 1875.
En septiembre de 1862, la Reina
Isabel II, junto a los Duques de Montpensier,
recorre la calle Real de Castilleja para alojarse en el Palacio de
Hernán Cortés. En el año de 1876, nuevamente, la Reina Isabel II se alojaría en
el palacio castillejano. El 28 de marzo de 1877, es el rey Alfonso XII quién
visita el palacio de Castilleja de la Cuesta, junto a su futura esposa, la
Infanta María de las Mercedes, donde almorzaron y pasearon por sus jardines. Al
salir el carruaje del palacio hacia Sevilla, en la calle Real, el pueblo los
vitoreó, escuchándose entre la aclamación un grito de “¡Viva el Rey!” y de
“¡Viva la Reina!”, siendo este último viva la primera vez que fue pronunciado
por el pueblo español. Curiosamente, el 8 de diciembre de 1877, solemnidad de
la Inmaculada Concepción, fue pedida en matrimonio la Infanta María de las
Mercedes por el Rey: “Ayer, día feliz para mí, fiesta de la Santísima Virgen,
la Inmaculada Concepción, Patrona de mi querido país, fui pedida en matrimonio
por un enviado extraordinario del Rey de España”.
El 27 de diciembre, nuevamente el
Rey Alfonso XII, junto a su prometida María de las Mercedes y familiares,
volvieron al palacio de Hernán Cortés en Castilleja de la Cuesta, visitando la
capilla y la salas con recuerdos de México. Pasearon por las habitaciones, y
subieron a la azotea y a los torreones. El Rey no se cansaba de admirar el
paisaje, mientras Mercedes le señalaba todos los pueblos que se ven en
lontananza. El Duque de Montpensier, sonriente, se acercó a ellos y les dijo:
“Mercedes: tu madre y yo hemos decidido que esta finca que tanto te gusta entre
en tu Corbeille de mariage”. La Infanta abrazó a su padre, emocionada y feliz.
Para Mercedes, Castilleja de la Cuesta era el sueño de su infancia. Fue junto a
la tapia del Palacio donde una gitana le dijo que veía en su mano una corona de
Reina, y fue también en Castilleja donde oyó la primera ovación. El 23 de enero
de 1878, se casan el rey Alfonso XII con la reina María de las Mercedes, que
llevaba de dote el palacio de Hernán Cortés. A partir de entonces, Castilleja
de la Cuesta se convierte en “el pueblo de su Real Sitio”.
La reina María de las Mercedes
muere el 26 de junio de 1878, y el Rey contrae nuevas nupcias con María
Cristina de Austria, el 29 de noviembre de 1879. Años más tarde, poco antes de
la Semana Santa del año de 1882, la reina doña Cristina de Habsburgo-Lorena,
archiduquesa de Austria, acompañada por el rey Alfonso XII, visitó Castilleja
de la Cuesta, recorriendo la calle Real, para ver su palacio de Hernán Cortés.
Tras la muerte de Alfonso XII, el
25 de noviembre de 1885, el Real Sitio del Palacio de Castilleja cayó en estado
de total abandono. Al interesarse por él las religiosas irlandesas del
Instituto de la B. V. María para establecer su colegio, la reina María Cristina
de Habsburgo, después de haber consultado con la Duquesa de Montpensier, no
tuvo inconveniente en cedérselo, siendo inaugurado el Colegio el 29 de
septiembre de 1889. El Palacio, que era propiedad de la Princesa de Asturias
María de las Mercedes de Borbón y Habsburgo, fue comprado por las Irlandesas en
1903, por unas cinco mil libras esterlinas.
Durante los días 26, 27 y 28 de
mayo de 1908, se celebraron en la Provincia Española del Instituto de la B. V.
María, con gran solemnidad y alegría, las Bodas de Oro en Religión de la
Provincial. Se abrieron las celebraciones con una Solemne Misa Pontifical,
celebrada por el Arzobispo de Sevilla Enrique Almaraz y Santos, acompañado de once canónigos y gran número
de sacerdotes. La tarde del 26 de mayo, tuvo lugar la colocación de la primera
piedra de la nueva iglesia del Colegio, estando el terreno sobre el que se iba
a edificar la iglesia adornado de guirnaldas y banderas. La inauguración de la
nueva iglesia tuvo lugar con una solemne ceremonia presidida por el mencionado
Arzobispo, el día de San Francisco Javier, el 3 de diciembre de 1910. La
iglesia, denominada del Dulce Nombre de Jesús, fue proyectada y construida en
depurado estilo neogótico, por el arquitecto don José Espiau y Munóz, aunque
con los criterios sugeridos por la comunidad. En el altar mayor, como el resto
del templo de estilo neogótico, está entronizada en su camarín central la
imagen de la Inmaculada Concepción.
El marido de la Princesa María de
las Mercedes, el Infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias, tras la muerte de su
esposa en 1904, contrajo matrimonio con la Princesa Luisa de Orleáns, en 1907.
Las hijas de este matrimonio, las Infantas Dolores, Mercedes y Esperanza,
comenzaron la vida colegial en el Palacio de las Irlandesas de Castilleja, en
octubre de 1921, y profesaron una singular devoción por la Patrona de
Castilleja de la Cuesta, la Inmaculada Concepción, por la cercanía donde se
veneraba, a escasos metros del convento de las Irlandesas, así como porque
todas las internas que cursaban estudios, junto a las reverendas Madres
Irlandesas, recibían a las puertas de dicho convento, con cantos marianos, a la
Inmaculada en sus salidas procesionales. La Infanta María de las Mercedes de
Borbón y Orleáns, abuela del rey Juan Carlos I, tomó la medalla de las Hijas de
María el 22 de marzo de 1927. Prueba de la devoción a la Inmaculada del Infante
Carlos de Borbón y sus hijas, fue que en la salida extraordinaria de la Virgen
de la Concepción del 8 de diciembre de 1929, organizada por celebrarse aquel
año el Congreso Mariano en Sevilla, con motivo de la Exposición
Ibero-Americana, el paso fue presidido por Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias,
desde la iglesia parroquial hasta el palacio de Hernán Cortés.
Desde el establecimiento de las
religiosas irlandesas en Castilleja de la Cuesta, la congregación ha tenido una
estrecha relación con nuestra Hermandad, debido a la cercanía del convento con
la sede de nuestra Corporación. Especial ha sido la devoción que han profesado,
a lo largo de la Historia, las irlandesas a la Patrona de la Villa. Prueba de
ello ha sido la donación por parte de las diferentes superioras del Instituto,
de sus cabellos, para con ellos confeccionar las suaves cascadas de tirabuzones
que enmarcan la dulce belleza de su rostro, o el caluroso recibimiento que le
hacen cada Domingo de Resurrección, cuando el paso es vuelto hacia el Convento.
También, hay que destacar la entrada del paso de la Inmaculada Concepción en
los jardines donde va hacer Coronada, en la década de los años diez del siglo
XX, siendo recibida con grandes aplausos y vivas por parte de las irlandesas,
formando parte de la comitiva la comunidad y las alumnas que cursaban estudios.
Igualmente, la entrada por estos jardines de María Santísima de los Dolores,
para presidir la misa de clausura, celebrada en la iglesia del Convento, del
XIV Encuentro de hermandades bajo la advocación de los Dolores, el 14 de
noviembre de 1999.
En este singular e histórico
palacio de Hernán Cortés, de los Montpensier o de las Irlandesas, en su idílico jardín, por donde pasearon
conquistadores, duques, reyes, reinas, infantas, princesas, religiosas, alegres
niños y niñas… Donde el rey Alfonso XII le declaró su amor a María de la
Mercedes, será Coronada Canónicamente la Patrona de Castilleja de la Cuesta, la
Inmaculada Concepción, rodeada de una exuberante vegetación, donde destacan
algunos ejemplares de árboles oriundos de América, y donde el aire es inundado
por la delicada fragancia de las rosas, los nardos, los jazmines, las damas de
noche… en una eterna primavera.
TEXTO Y FOTO: Antonio Rodríguez Navarro
Bibliografía
Domínguez D. Adame, Mauricio:
“Los Reyes en Sevilla”, en Revista de Primavera, Sevilla 1992.
de Pablo-Romero, María: María
Ward. Cuatro siglos forjando futuro, Madrid 2009.
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Mercedes, Madrid 1995.
Gámez Martín, José: “La
Cieguecita, la visita real de 1862 y una reina fascinada por los seises”, en
Boletín de las Cofradías de Sevilla, número 574, diciembre de 2006.
Prieto Gordillo, Juan: La villa de
Castilleja de la Cuesta, Puerta del Aljarafe: Historia Social, Castilleja de la
Cuesta 2010.
Prieto Gordillo, Juan: La villa
de Castilleja de la Cuesta, Puerta del Aljarafe: Calles Históricas, Castilleja
de la Cuesta 2009.
Rodríguez Navarro, Antonio: “La
Inmaculada Concepción de la villa de Castilleja de la Cuesta”, en La Inmaculada
Concepción en España: religiosidad, historia y arte; Actas del Simposium, El
Escorial, 2005, tomo I.
Rodríguez Navarro, Antonio: “La Inmaculada Concepción y
Castilleja de la Cuesta”, en Calle Real varios números.
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