
En
este año tan especial, en el que se coronará canónicamente a Nuestra Señora de
la Soledad, la encomienda recayó en el hermano Manuel Pablo Rodríguez
Rodríguez, licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla.
El
acto, que levantó un año más una enorme expectación, estuvo presentado por
Isabel María Santed Chaves, Secretaria 1ª de la Hermandad, y contó con la
intervención de la Banda de Cornetas y Tambores ‘Nuestro Padre Jesús de los
Remedios’ y de Leopoldo Chaves Rodríguez, en calidad de saetero. En este
sentido, la banda deleitó a los asistentes con la interpretación de las marchas
‘El Desprecio de Herodes’, ‘Nuestro Padre Jesús de los Remedios’, ‘Ave María’,
‘Bendición’ y ‘La Pasión’.
En
cuanto a la presentación del Pregonero, por designación de este, corrió a cargo
de Antonio Martín Manzano, Hermano Mayor de la trianera Hermandad de Pasión y
Muerte. Isabel María Santed incidió en el perfil del Pregonero, destacando su
vinculación con la Hermandad a través de sus raíces familiares y su activa
participación como miembro del consejo de redacción del boletín Soledad y de
distintas comisiones puestas en marcha en los últimos años: elaboración del
expediente de Coronación Canónica, actos y cultos de la Coronación y redacción
de las nuevas Reglas. Por su parte, Antonio Martín destacó el perfil educativo
y profesional del Pregonero, así como el vínculo estrechado con él a través de
su implicación desde 2005 en la hermandad trianera antes mencionada.
Manuel
Pablo Rodríguez, durante la hora y ocho minutos que duró su exaltación,
evidenció en todo momento un temple digno de elogio. Su sobresaliente prosa,
con la que supo desgranar todos y cada uno de los cultos consagrados en honor
de los Titulares, hizo las delicias del numeroso público congregado en el
antiguo templo santiaguista. Inició su exaltación relatando sus primeros
recuerdos de infancia placeña, siempre de la mano de su familia. Tuvo palabras
de reconocimiento para las mujeres de la Hermandad y para los voluntarios que
conforman la Obra Social ‘Nuestra Señora de la Soledad’, nuevo motivo de
orgullo para la corporación y que tantas muestras de reconocimiento externo
está recibiendo por su loable labor en beneficio de los mayores.
El
Pregonero puso en valor con suma elegancia la riqueza histórica, patrimonial y
cultual que ostenta la Hermandad. Preciosas palabras brindó a la Santísima
Virgen de la Soledad, “faro de fe, devoción y amor”. Siempre presente la Señora
en la historia de nuestra Hermandad y del pueblo de Castilleja, de la que
–desde tiempo inmemorial– es “dulce aurora”.
Multitud
de detalles aderezaron la maravillosa descripción del Viernes Santo, el día más
importante del año para todos los placeños. Previamente, el Pregonero recibió
un enérgico y generalizado aplauso por la sentida oración dedicada al Señor, el
que representa como nadie la “devoción sincera y las entrañas Castilleja”. Acto
seguido, desmenuzó con brillantez el cortejo estacional, de cabo a rabo,
haciendo incluso partícipe a la banda de cornetas y tambores simulando la
salida del Santísimo Cristo de los Remedios a la Plaza de Santiago. Asimismo,
se detuvo para escenificar con acierto la subida de Nuestra Señora de la
Soledad por la calle Convento hasta llegar a su “aristocrático” arco bajo sones
campanilleros.
En
el epílogo de su exaltación, el Pregonero puso voz con maestría y emoción al
sueño íntimo que viven todos los hermanos de La Plaza desde que fue anunciada
oficialmente la fecha de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la
Soledad: “Si es que soñamos Señora con vivir ese momento. Desde el día del
anuncio, uno está soñando despierto. Cuántas veces Madre mía al imaginarlo todo,
las lágrimas brotan solas y se vienen a mis ojos. Un año entero de gozos que en
profundidad quiero vivir y que todos los que aquí estamos, allí estemos para
verlo. No podemos Soledad perdernos ese momento. Tu Plaza será, Señora, un
entorno palaciego. Un entorno para ti que eres la Reina del cielo, de este
pueblo soberana, rosa hermosa aljarafeña y Reina castillejana. La Plaza será tu
altar y Castilleja tu reino y la corona grandiosa, será corona de besos. Besos
de amor de tus hijos, que te aplauden sin cesar. Venga cohetes al cielo, que
resuene el campanario, que anuncien a voz en vuelo que se corona la Virgen, la
que manda en este pueblo. Gloria y orgullo por siempre, Virgen Madre, Reina
nuestra, faro de luz refulgente. Que viva Nuestra Señora, que se llama Soledad,
que el pueblo entero se alegre, que un 18 de junio, Castilleja escribe historia
para toda la eternidad”.
El
acto, al que asistieron –entre otras autoridades y representaciones– el señor Párroco
de Santiago y Purísima Concepción y la señora alcaldesa-presidenta del
Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta, finalizó con la tradicional entrega al
Pregonero de un presente en señal de recuerdo y la interpretación de la Marcha
Real.
Información y Foto: José Rodríguez Polvillo
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