El pasado sábado 9 de marzo la
Hermandad de Los Ángeles de San Juan de Aznalfarache presentaba su Cartel 2019,
para la Estación de Penitencia del Viernes de Dolores, obra del artista David
Payán.
El cartel representa con unas
pautas clásicas una obra de carácter actual y cartelística. En la obra aparece
como protagonista Nuestro Padre Jesús de la Humildad en un primer plano de
perfil. Esta disposición del rostro de perfil es una referencia a las primeras
aproximaciones al dibujo del ser humano. El perfil permite reconocer el rostro
por su contorno, es decir, las líneas que lo forman lo separan del fondo, y así
se crean multitud de referencias basadas en una forma que es más fácil de
sintetizar.
Nuestro Padre Jesús de la
Humildad aparece en un primer plano en el que ganamos cierto grado de intimidad
y dramatismo, ya que estamos muy próximos a la mirada de nuestro retratado, y
eso nos hace ganar en proximidad y cercanía. Al ser el rostro el total
protagonista de cartel, la expresividad que marca y su expresión facial son un
punto clave del plano. La emoción que expresa es lo que resalta.
Este plano tan delimitado marca
muy bien hacia qué lugar tiene que dirigir la mirada el espectador. No hay
elementos que distraigan la atención de lo importante.
La obra tiene una disposición
horizontal, un modo de representación parecido a la visión humana. Este formato
juega con la perspectiva y también destaca al objeto central por contraste con
el espacio que lo rodea.
La obra representa a través del
color el atardecer, el ocaso, del Viernes de Dolores, representando de esta
forma el paso del tiempo. Marca el punto en dónde el sol se sumerge, apaga y
muere, marcando el fin de un ciclo, así como la promesa de inicio de otro. El
atardecer encierra un instante suspendido; anunciando con ello un renuevo: un
nuevo tiempo, la noche.
El atardecer presenta en el cielo
unos matices de color muy ricos. En esta obra podemos observar esa gama de
colores, desde el tono amarillo que representa la luz que nos deja al pasar
Nuestro Padre Jesús de la Humildad, hasta la noche más cerrada con esa luna, y
en medio esa explosión de colores cálidos y fríos, que nos transportan a esos
sentimientos intensos, a esos recuerdos y vivencias en torno al Viernes de
Dolores.
En definitiva, este cartel es una
conversación entre el arte sacro y el arte contemporáneo, un binomio entre el
arte y la publicidad, que forma una imagen sólida para anunciar la salida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario